Conducir de noche implica afrontar condiciones muy distintas a las del día. La reducción de visibilidad, el cansancio o el deslumbramiento aumentan notablemente los riesgos en carretera.
Desde GRUPO PACC, te explicamos cuáles son los peligros más habituales y qué medidas puedes tomar para mejorar tu seguridad al volante por la noche.
Los principales riesgos de conducir de noche
1. Dificultades de visión
La agudeza visual nocturna puede ser hasta un 70 % inferior a la diurna. Además, también disminuye el sentido de la profundidad y la percepción de los contrastes.
Estas dificultades aumentan en condiciones meteorológicas adversas, como lluvia, niebla o carreteras mal iluminadas.
2. Mayor propensión a la fatiga y al sueño
Durante la noche, el cuerpo tiende naturalmente al descanso. Por eso, el riesgo de somnolencia se incrementa, reduciendo la capacidad de reacción y aumentando la posibilidad de quedarse dormido al volante.
3. Deslumbramientos
Los deslumbramientos por luces largas de otros vehículos pueden provocar pérdidas momentáneas de visión, aumentando el riesgo de colisiones o salidas de vía.
4. Mayor probabilidad de encontrarse con animales
En zonas rurales o poco transitadas, es más frecuente la aparición inesperada de animales en la calzada, especialmente durante la noche. Si a esto sumamos la baja visibilidad, el riesgo de accidente aumenta considerablemente.
Cómo mejorar la seguridad al conducir de noche
Los riesgos están ahí, pero puedes minimizarlos si adoptas estas precauciones antes y durante la conducción nocturna.
1. Prepara tu vehículo antes de salir
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Revisa que todas las luces (cruce, carretera, freno, intermitentes) funcionen correctamente.
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Limpia los faros, lunas y retrovisores para garantizar la máxima visibilidad.
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Activa la posición antirreflejo del retrovisor interior para reducir el deslumbramiento.
2. Evita deslumbrar a otros conductores
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Usa adecuadamente las luces de cruce y de carretera para no molestar a quienes circulan en sentido contrario.
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Si otro conductor te deslumbra, dirige la mirada ligeramente hacia la derecha de la carretera para evitar el impacto visual directo.
3. Conduce en “modo preventivo”
Este estilo de conducción se basa en anticiparte a posibles peligros:
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Mantén una velocidad moderada, que te permita frenar a tiempo si surge un imprevisto.
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Aumenta la distancia de seguridad con respecto al vehículo que te precede.
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En zonas rurales o poco iluminadas, vigila los márgenes de la carretera: pueden aparecer animales salvajes o peatones de forma repentina.
4. Si tienes sueño o fatiga, detente
No subestimes el cansancio. Si notas sueño o disminución de la concentración, detente en un área segura y descansa. Dormirse al volante es una de las principales causas de accidente en horario nocturno.
Y no olvides contar con un buen seguro de coche
Tanto si conduces de noche como de día, es esencial disponer de un seguro de automóvil con buenas coberturas. En GRUPO PACC te ofrecemos la posibilidad de revisar tu póliza actual y prepararte una propuesta personalizada, con mejores garantías y al mejor precio.
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