Si estás lidiando con una condición médica, sabes que hay días en los que simplemente no das más. No porque no quieras trabajar, sino porque el cuerpo o la mente te están pidiendo un respiro.
Y claro, el ir y venir a la oficina, el estrés del entorno laboral, los cambios de temperatura, las escaleras, los ruidos… todo eso suma.
Pero ¿qué pasa? Que muchos no se atreven a pedir teletrabajo por miedo, a parecer poco comprometidos, a molestar al jefe o por no saber si tienen derecho a hacerlo. Se lo guardan, aguantan, y mientras tanto, su salud se va deteriorando poco a poco.
La realidad es esta: sí puedes solicitar teletrabajo por motivos de salud en España, y hay formas de hacerlo bien, con respaldo médico y dentro del marco legal. No necesitas esconderte ni dar explicaciones de más, pero sí es clave saber cómo plantearlo.
En este artículo te contamos todo lo que necesitas conocer para dar ese paso con seguridad. Así que sigue leyendo y aprende cómo cuidar tu salud sin dejar de trabajar.
¿Qué empleados pueden optar al teletrabajo?
En principio, cualquier persona trabajadora por cuenta ajena puede solicitar teletrabajo, siempre que sus funciones se lo permitan.
Pero ojo: una cosa es pedirlo y otra que se conceda. La clave está en el acuerdo con la empresa, porque el teletrabajo no es obligatorio para el empleador (salvo en casos muy concretos que veremos en un momento).
Ahora bien, si tienes problemas de salud que justifican una adaptación del puesto de trabajo, aquí la cosa cambia. En estos casos, el Estatuto de los Trabajadores y la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad te respaldan.
Si teletrabajar es razonable y posible dadas tus funciones, la empresa está obligada a estudiar tu petición seriamente.
Y si tienes una discapacidad reconocida o una enfermedad crónica que pueda agravarse yendo presencialmente al trabajo, tienes derecho a solicitar lo que se conoce como ajuste razonable. Esto puede incluir el teletrabajo, siempre que no suponga una carga desproporcionada para la empresa.
¿Y qué pasa si estoy cuidando de alguien?
Buena pregunta. Si cuidas de menores, personas mayores o familiares con discapacidad, también puedes pedir teletrabajo como una medida de conciliación.
Aquí entra en juego el famoso artículo 34.8 del Estatuto de los Trabajadores. Eso sí, tendrás que justificarlo y plantear una propuesta razonable y equilibrada.
Situaciones en las que es posible pedir el trabajo remoto
A veces, la vida da un giro inesperado y, de pronto, ir a la oficina todos los días ya no es tan sencillo como antes.
Puede que estés atravesando un problema de salud, te estés recuperando de una operación, tengas una enfermedad crónica que requiere cuidados especiales o, simplemente, tu cuerpo te esté pidiendo bajar el ritmo.
Sea cual sea tu situación, lo importante es saber que sí existen formas de solicitar teletrabajo por motivos de salud.
Primero lo primero: el teletrabajo por salud no es un capricho, es una necesidad. Y hay varias situaciones en las que puedes solicitarlo:
- Enfermedades crónicas como diabetes, lupus, enfermedades autoinmunes, respiratorias o cardiovasculares. En estos casos, evitar desplazamientos, cambios bruscos de temperatura o ambientes laborales con estrés puede marcar una gran diferencia en tu bienestar.
- Lesiones o recuperaciones postoperatorias, donde aún no estás en condiciones físicas de moverte como antes o te estás adaptando a una nueva rutina de cuidados.
- Problemas de salud mental como ansiedad, depresión o burnout. El trabajo remoto, bien gestionado, puede ayudarte a recuperar estabilidad emocional sin desconectarte completamente del ámbito laboral.
- Inmunodepresión o tratamientos médicos que bajan tus defensas (como la quimioterapia), donde estar expuesto a ambientes con muchas personas puede representar un riesgo real.
Además, es importante decirlo: si estás a cargo de un familiar con una condición médica seria, este también puede ser un motivo válido. La ley no lo excluye y muchas empresas están empezando a ser más sensibles con estos casos.
Guía paso a paso para solicitar teletrabajo por motivos de salud
Cada vez más personas en España están optando por el teletrabajo como una manera de cuidar su salud sin tener que renunciar a su empleo. Y sí, es posible hacerlo de forma legal, organizada y con respaldo médico.
Aquí te explicamos, paso a paso, cómo solicitar teletrabajo por motivos de salud:
Paso 1: Evalúa tu situación médica con un profesional
Lo primero es tener muy claro el porqué. ¿Tu condición médica impide que vayas a la oficina o te genera un riesgo al hacerlo? ¿Te han diagnosticado algo crónico, estás en tratamiento o simplemente necesitas una adaptación temporal?
Sea cual sea tu caso, lo más importante es contar con un informe médico que justifique la necesidad de trabajar desde casa. Este documento puede ser emitido por tu médico de cabecera o un especialista, y debe explicar de forma clara cómo el teletrabajo contribuiría a mejorar o no empeorar tu estado de salud.
Paso 2: Habla con Recursos Humanos o tu responsable directo
Una vez tengas el informe médico en mano, el siguiente paso es hablar con tu empresa. No lo dejes para después. Solicita una reunión con tu jefe o con el área de RR. HH. y plantea tu situación con honestidad y respeto.
Explícales cómo te afecta tu estado de salud en el día a día y por qué trabajar desde casa sería una solución viable.
Asegúrate de dejar claro que tu compromiso con el trabajo sigue intacto, solo necesitas un entorno más adecuado para tu situación actual.
Paso 3: Presenta tu solicitud por escrito
Después de la conversación inicial (que, idealmente, debería ser empática y constructiva), formaliza tu petición. ¿Por qué? Porque lo que queda por escrito, queda claro.
La solicitud debe incluir:
- Una breve descripción de tu situación.
- El diagnóstico o recomendación médica (puedes adjuntar el informe; no hace falta detallar en exceso en la carta).
- El tiempo estimado para el teletrabajo (temporal o indefinido).
- Las funciones que podrías desempeñar desde casa sin afectar la productividad.
- Tu disposición a colaborar y mantener la comunicación fluida.
Paso 4: Espera la respuesta de la empresa
Una vez presentada la solicitud, la empresa tiene la obligación de estudiarla. En muchos casos, pedirán la opinión del servicio de prevención de riesgos laborales o del médico de empresa para evaluar si la solicitud es viable desde el punto de vista organizativo y de salud laboral.
¿Y si dicen que no? Si la empresa se niega sin argumentos razonables, puedes acudir a una asesoría legal, a tu sindicato (si estás afiliado) o incluso al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), en caso de que necesites tramitar una incapacidad temporal o permanente.
Paso 5: Si te aprueban el teletrabajo
Si todo va bien y te aprueban el teletrabajo, asegúrate de que quede constancia por escrito.
Puede ser a través de una adenda a tu contrato o mediante un acuerdo formal que detalle las condiciones: horarios, herramientas, disponibilidad, plazos y cualquier otra cosa que ayude a evitar malentendidos.
Y lo más importante: cuida tu salud.
El teletrabajo no es una cura mágica, pero puede ser una excelente forma de seguir adelante con tu vida profesional sin poner en riesgo tu bienestar.
Marco legal del teletrabajo en España: derechos y normativa vigente
Desde octubre de 2020, España cuenta con una ley específica sobre trabajo a distancia: el Real Decreto-ley 28/2020, que vino a poner orden en algo que hasta entonces se hacía más por acuerdos informales que por una regulación clara. Esta norma fue una respuesta directa a la realidad que trajo la pandemia, pero sigue vigente y ha sido integrada en el Estatuto de los Trabajadores.
¿Qué significa esto? Que el teletrabajo ya no es un parche, sino una opción legal y protegida.
¿Qué dice la ley exactamente?
Según esta normativa, el teletrabajo debe ser voluntario, acordado entre la empresa y el trabajador, y quedar por escrito en un acuerdo.
Pero ojo, cuando hablamos de motivos de salud, la cosa cambia un poco. Aquí entra en juego el principio de adaptación del puesto de trabajo, recogido en el artículo 25 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y reforzado por el artículo 34.8 del Estatuto de los Trabajadores.
En resumen: si tienes una condición médica que justifica que trabajes desde casa —porque desplazarte o estar en la oficina empeora tu salud, por ejemplo—, puedes pedir una adaptación razonable de tus condiciones laborales, y eso incluye el teletrabajo.
Y sí, la empresa está obligada a valorar tu solicitud y darte una respuesta justificada. No pueden decirte que no “porque no”.
Conclusión: tu salud es lo primero
Lo cierto es que cuidar tu bienestar mientras sigues aportando en tu trabajo es completamente posible, siempre que conozcas tus derechos y sepas cómo gestionarlos.
Ahora bien, sabemos que estos procesos pueden parecer un laberinto, entre certificados médicos, normativa laboral y gestiones con la empresa. Por eso, contar con asesoría profesional puede marcar la diferencia entre sentirte perdido… o avanzar con seguridad.