Cuando se observa que hay una puerta que roza el suelo, el fenómeno puede obedecer a una causa única o a una combinación de causas.
¿Y qué hacer en tal caso? Evidentemente, el primer paso es averiguar por qué la puerta roza el suelo:
Por qué una puerta puede rozar el suelo
Las causas más habituales son:
Problemas estructurales o de instalación
Como un marco mal alineado o unas bisagras deficientemente posicionadas, o que no son adecuadas para el peso de la puerta.
En este último caso, las bisagras se irán deformando con el tiempo, provocando el roce. También puede ocurrir que el marco sea demasiado endeble para el peso de la puerta.
Dilatación de la puerta o del marco
Las puertas de poca calidad suelen hincharse a causa de la humedad ambiental, provocando la fricción con el suelo.
También puede ocurrir que la puerta o el marco se hayan dilatado a causa de una fuga de agua, una filtración o una inundación.
Deformaciones o desperfectos en el suelo
Las roturas y deformaciones del solado son otra causa habitual de que las puertas rocen en el suelo.
Cómo arreglar una puerta que roza en el suelo
Si el roce es causado por dilatación de la puerta o del marco, es necesario proceder al lijado de las superficies dilatadas y su posterior pintado o esmaltado.
En caso de defecto inicial de instalación, se precisa corregir el defecto que provoca el roce, sea este la alineación del marco o el mal posicionamiento de las bisagras. Si se trata de un marco o unas bisagras endebles para el peso de la puerta, la única alternativa es sustituir esos elementos.
Y si el problema es un suelo irregular, la solución pasa por adecuarlo. En los casos de deterioro leve, una alternativa barata que puede funcionar es lijar o recortar levemente la parte inferior de la puerta.
Ahora bien, en muchos casos puede evitarse que una puerta roce el suelo con un sencillo truco casero, cuyo coste económico es ínfimo.
Para hacer esta “reparación”, se precisa disponer de varias arandelas de latón de un diámetro interior aproximado de 4-5 milímetros y un espesor de 1 milímetro. Estas arandelas pueden adquirirse en cualquier ferretería.
El procedimiento ha de ser llevado a cabo por dos personas, a fin de desmontar y montar la puerta con seguridad, y es el que sigue:
- Sacar la puerta de sus goznes.
- Colocar una o dos arandelas de latón en el soporte de cada una de las tres bisagras de la puerta.
- Lubricar las bisagras y arandelas.
- Colocar la puerta sobre las bisagras.
En muchos casos, este sencillo procedimiento impedirá que la puerta roce el suelo y permitirá que encaje a la perfección en su marco.
¿Lo cubre el seguro de hogar?
En un seguro de hogar, el roce de la puerta en el suelo normalmente no está cubierto, salvo que el daño sea consecuencia directa de un sinistro cubierto.
Te detallamos:
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No cubierto:
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Si el roce se debe a dilatación por humedad, desgaste del suelo o bisagras, o a un mal ajuste de la puerta, se considera mantenimiento o desperfecto estético, y no entra en cobertura.
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Este tipo de incidencias se entiende como parte del uso y paso del tiempo, algo que el asegurado debe reparar por su cuenta.
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Cubierto (casos excepcionales):
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Si la puerta empieza a rozar porque, por ejemplo, el suelo se ha levantado tras una rotura de tubería, una inundación, o un movimiento estructural accidental, y ese origen sí está cubierto por la póliza, entonces la reparación derivada (ajuste o sustitución de la puerta afectada) podría incluirse.
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