¿Por qué puede dolerte el brazo izquierdo?

Por 17 abril, 2023 Salud

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El dolor en el brazo izquierdo es uno de los síntomas médicos que más alertas suelen crear en la población en general. ¿El motivo? Es uno de los signos de sospecha de accidente cardiovascular, es decir, de un ataque al corazón.

Sin embargo, que duela este brazo no tiene por qué significar directamente que se está ante este tipo de problema: existen muchos otros motivos habituales que pueden causar este tipo de dolor y que tienen un diagnóstico mucho más sencillo y leve.

Por ello, y aunque ante cualquier duda conviene consultar con un médico, es interesante conocer cuáles son las causas principales del dolor en el brazo izquierdo y cómo se puede saber si se trata de un síntoma grave o no es necesario alarmarse.

Causas principales del dolor en el brazo izquierdo

Observarse, tener un conocimiento detallado de cómo se diferencian estos dolores y recurrir al médico del seguro sanitario es el protocolo habitual que recomendamos a quienes cuentan con una póliza de salud con nosotros.

Para saber transmitir al médico correctamente qué es lo que se está sintiendo, estas son las claves que ofrece el personal sanitario especializado en estos escenarios:

Dolor en el brazo por ataque cardíaco

Cuando el corazón deja de funcionar correctamente por falta de oxígeno se produce lo que se conoce como ataque cardíaco. Es un problema grave que debe tratarse de manera inmediata y el dolor en el brazo izquierdo es una de las claves más utilizadas para reconocerla.

Se trata de lo que se conoce como un “dolor referido”. ¿Qué quiere decir esto? Que el brazo en realidad no duele, pero el cerebro percibe que sí porque las terminaciones nerviosas que han identificado el problema en el corazón son las mismas que las que darían la señal de daño en esta extremidad.

De hecho, es muy habitual sentir un dolor punzante y continuo en el brazo, mientras que en el pecho no se experimenta nada. Sí que suele ir acompañado de dificultad para respirar, dolor en la espalda y la mandíbula y aturdimientos.

Angina de pecho: el otro gran detonante del dolor

La angina de pecho es, de manera sencilla, una forma más leve de accidente cardiovascular. En este caso, el dolor en el brazo suele estar acompañado por síntomas muy similares a los del ataque al corazón: molestias en la mandíbula y la espalda, indigestión y rigidez en el cuello.

De nuevo, la recomendación ante este escenario es la de llamar a los servicios médicos y acudir a urgencias para que un especialista pueda valorar la situación e iniciar un tratamiento si es preciso.

Dolor en el brazo debido a la ansiedad

Aunque pueda parecer una locura, las dolencias mentales también pueden tener síntomas físicos. De hecho, el dolor en brazo izquierdo por ansiedad es una de las causas más habituales de falsos positivos de accidentes cardiovasculares, ya que los pacientes no saben diferenciar cuándo se trata de una cosa o de otra, como es normal.

En este caso, suele estar acompañado por latidos rápidos y fuertes y ocurrir en casos de alta tensión, miedo o agobio. Es conveniente visitar al médico para descartar que se trate de un problema físico y ponerse en manos del profesional que recomiende el sanitario para aprender a controlar la ansiedad.

Dolor óseo o muscular

Por supuesto, esta molestia puede deberse a motivos musculares u óseos. Un golpe o un sobre esfuerzo pueden estar en el origen de un dolor en el brazo izquierdo por encima del codo.

La solución a estos problemas puede ser variada, ya que el diagnóstico también es amplio: rotura de huesos o ligamentos, tendinitis, bursitis… En estos casos, hay que tratar la afección, pero también aliviar el dolor poco a poco a través de distintos tratamientos que van desde la inmovilización hasta el tratamiento farmacológico.

 

Estos son los principales motivos médicos que se esconden detrás de un dolor en el brazo izquierdo. De nuevo, en PACC insistimos al indicar que es la evaluación médica la que determinará con exactitud de qué se trata, pero estos consejos pueden resultar clave para determinar su naturaleza lo antes posible.

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