7 factores a tener en cuenta a la hora de elegir el mejor seguro de salud

Por 19 febrero, 2024 Salud

Contar con un seguro médico te ayuda a obtener una atención sanitaria inmediata, visitar especialistas sin listas de espera, acceder a tratamientos innovadores, consultar cualquier duda sobre la salud por vía telefónica y afrontar los gastos imprevistos por emergencias, hospitalizaciones o cirugías.

Sin embargo, disfrutar de estas ventajas también depende de elegir la póliza correcta. Por esto, hemos preparado una guía con los aspectos que debes considerar al contratar el seguro de salud más adecuado para ti y los tuyos. 

Qué tener en cuenta para seleccionar el mejor seguro de salud

Elegir un seguro médico no se trata solo de evaluar la cantidad de dinero que pagarás regularmente por mantener la póliza activa (prima). Por supuesto, es importante que se ajuste a tu presupuesto. Pero un plan económico no siempre es el mejor. 

Por ejemplo, una prima baja puede implicar una red restringida de médicos y clínicas, un copago mayor (importe a pagar al momento de recibir la atención sanitaria), restricciones en la cobertura geográfica o la falta de servicios especializados que necesitas.

Veamos uno a uno los principales factores que debes considerar:

1. Las coberturas y beneficios 

Busca un plan de seguro médico que ofrezca soluciones a tus requerimientos y a tus situaciones particulares de salud, de edad, personales o familiares, etc. 

Por ejemplo: 

  • Es recomendable que elijas un seguro que incluya atenciones médicas básicas, como:
    • Hospitalización.
    • Atención preventiva.
    • Urgencias hospitalarias y domiciliarias. 
    • Consulta con especialistas, etc.
  • Según tus necesidades específicas o las de tu familia, verifica si el plan ofrece coberturas especiales o tienes la oportunidad de personalizar la póliza, añadiendo servicios como:
    • Atención oftalmológica y dental.
    • Tratamientos de salud mental.
    • Maternidad.
    • Servicios de ambulancia.
    • Pruebas diagnósticas.
    • Asistencia en viajes. 
    • Rehabilitación.
    • Servicios médicos digitales, etc.

Además, constata las facilidades que posee la aseguradora para tramitar citas y procesar autorizaciones y reclamaciones, como la gestión a través de App. También verifica qué tipo de beneficios ofrecen, como los descuentos en servicios que sean de tu interés.

2. Límites

Antes de contratar un seguro de salud, revisa qué limitaciones presenta. Por ejemplo:

  • La edad: Es común que las empresas de seguros establezcan un límite de edad para asegurarse, normalmente entre 60 y 75 años, incluso, hasta los 84 años. Otras pólizas, simplemente, incrementan el precio a partir de los 65 años. Sin embargo, según tus necesidades, también puedes optar por pólizas sin límite de edad; por supuesto el coste será más elevado.
  • La cobertura geográfica. Para evitar cualquier sorpresa, debes evaluar si el seguro brinda cobertura en toda España. Además, un factor importante, si eres viajero asiduo, es la cobertura de atención médica en el extranjero.
  • Límites en la asistencia sanitaria. Por ejemplo, algunas aseguradoras:
    • Establecen un límite de sesiones para tratamientos como la diálisis.
    • Tienen un límite de días de hospitalización psiquiátrica, entre 40 y 60 días.

3. Exclusiones 

Por otro lado, es preciso que averigües qué supuestos están excluidos del seguro de salud, como enfermedades, situaciones o tratamientos. 

Por ejemplo, muchas veces, la asistencia en la vacunación al paciente está cubierta por el seguro, pero el coste que implica la vacuna debe asumirlo el asegurado. Sin embargo, es común que el coste de las vacunas para niños asegurados sí esté completamente cubierto.

4. Modalidades del seguro de salud

A continuación describimos las modalidades de seguros de salud a los que puedes optar. Te recomendamos que selecciones según la frecuencia con la que visitas a los médicos.

  • Con Copago. En estos seguros de salud compartes con la aseguradora el pago del servicio médico cubierto. Además de pagar un precio fijo mensual o anual (prima), cada vez que acudas al médico también debes pagar un pequeño importe.
    • ¿Beneficios? Si lo comparamos con un seguro sin copago, la prima es más baja. 
  • Sin copago. En esta modalidad solo pagas una cantidad fija anual o mensual, sin importar la cantidad de veces que obtengas atención sanitaria.
    • ¿Beneficios? No tienes que preocuparte por las veces que debas acudir a la clínica. 
    • Es la modalidad más adecuada si tienes hijos pequeños o personas mayores a cargo, que tengan mayor probabilidad de requerir asistencias urgentes y periódicas. 
  • Producto de reembolso. En este tipo de seguro tú pagas la factura por recibir la asistencia médica. Después, la aseguradora te reembolsará entre el 80 y el 90% del gasto que hayas efectuado. 
    • ¿Beneficio? Suele ser más flexible, porque te da la oportunidad de elegir libremente los médicos y clínicas que te brindarán atención sanitaria. 

5. El cuadro médico de la aseguradora

El cuadro médico es la red de clínicas, servicios de salud, médicos y especialistas que una compañía de seguros concreta para que sus asegurados puedan ser atendidos. 

Revisa el cuadro médico de diferentes aseguradoras para ver qué profesionales médicos pueden atenderte y qué centros clínicos incluyen. De esta manera, puedes elegir la póliza con base en tus preferencias, recomendaciones o la cercanía geográfica.

6. Períodos de carencia

La mayoría de las coberturas en los seguros de salud se activan en el momento en el que contratas la póliza. Esto suele pasar con las consultas médicas, análisis clínicos, electrocardiogramas, etc. 

Sin embargo, es usual que existan algunos servicios a los que solo puedes acceder después de cierto tiempo. Ese tiempo es al que se le denomina período de carencia. Por ejemplo, es común que para hospitalizaciones o partos debas esperar entre 6 y 8 meses.  

En consecuencia, revisa los períodos de carencia, así sabrás a qué puedes o no acceder inmediatamente.

7. Cobertura de enfermedades preexistentes

Generalmente, los seguros no cubren las enfermedades crónicas o condiciones de salud que presente la persona antes de la contratación, como cáncer, diabetes, epilepsia o embarazo. A estas condiciones se les denomina preexistencias

En caso de que la compañía aseguradora no englobe en la cobertura la preexistencia que tengas, debes verificar que puedas incluirla en la póliza como un complemento. 

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